Chères amies, chers amis du club de lecture d’Assia Djebar,
J’ai le plaisir de vous faire part de mon compte-rendu sur le roman d’Assia Djebar Nulle part dans la maison de mon père, qui a été publié dans le journal EL PAÍS, “Babelia 919”, suplemento cultural, sábado 4 de julio 2009, p. 11.
autora de Encrucijada de Literaturas Magrebíes)
La escritora argelina Assia Djebar, que ha recibido importantísimos premios a lo largo de su numerosa obra literaria (traducida en veinticuatro lenguas), ofrece una gran importancia al lenguaje del cuerpo, porque el cuerpo es también una lengua. Al mismo tiempo, sus obras están sólidamente estructuradas, en varios estratos que se yuxtaponen, se rozan, se transforman en una unidad, puesto que existe siempre un hilo de Ariadna que enlaza los capítulos: las investiaciones históricas, literarias, se enlazan con la vida, el imaginario de la narradora, inspirándose algo en la ex periencia prustiana. El título Sin habitación propia (Nulle part dans la maison de mon père) lleva a la cuestión del “exilio”, exilio interior, exilio espacial y familiar. La imagen del padre amado, venerado y temido, recorre esta novela muy elaborada, atravesada por el dolor y la confesión que desgarra. Una escritura de conmovedora belleza, cincelada, un yo majestuoso, sereno, autobiográfico, que describe un acontecimiento doloroso de su sensible adolescencia. Obra inspirándose de la memoria y del imaginario, hermosamente enlazados, a imagen de la escritora y la narradora.
Assia Djebar posee el arte mágico de narrar y el encanto de una escritura evocadora, no sólo en lo que se refiere a la sonoridad de la palabra escogida, sino también a nivel del intelecto, tan ricas son sus novelas en evocaciones históricas, con referencias sociales y expresiones psicológicas, mientras se abandona al flujo de la memoria intimista, entre el vaivén del Tiempo y del espacio, esculpiendo las palabras, expresando el deseo vehemente de ir a investigar en la Historia, la música, el arte, la filosofía, la arqueología, el griego antiguo, el latín, la lengua líbico-bereber, la memoria colectiva argelina. Djebar, escribana de la Historia, del dolor y la esperanza de su pueblo argelino, integrados en su propia historia. Y cuando la ficción acompaña a la Historia contemporánea, cierta verdad y anhelo ilumina la faz de nuestro mundo.
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